Las copias de seguridad en la nube permiten almacenar la información en servidores externos, accesibles desde cualquier lugar. Su mayor ventaja es la flexibilidad y escalabilidad, ya que puedes aumentar el espacio según tus necesidades sin invertir en hardware propio. Además, ofrecen redundancia y alta disponibilidad, lo que garantiza que tus datos estén seguros incluso frente a fallos locales. Sin embargo, presentan dependencia total de la conexión a internet, y a largo plazo pueden suponer un mayor coste recurrente frente a otras soluciones.
Las copias de seguridad en un NAS (almacenamiento local en red) son ideales para empresas que quieren controlar directamente sus datos. Su punto fuerte es que ofrecen velocidad de copia y recuperación, sin necesidad de internet, lo que las hace perfectas en entornos de gran volumen de información. Además, se pueden configurar con RAID para tolerancia a fallos. Como contrapartida, al ser un sistema local, está expuesto a daños físicos, robos o desastres y requiere inversión inicial en hardware y mantenimiento.
Las copias de seguridad híbridas combinan lo mejor de la nube y el NAS. Permiten mantener una copia rápida y accesible en local, al mismo tiempo que los datos más críticos se suben a la nube para garantizar redundancia geográfica. Esta estrategia ofrece el máximo nivel de seguridad frente a pérdidas de datos y tiempos de recuperación muy ajustados. Como desventaja, implica una gestión más compleja y un coste combinado por el hardware local y el almacenamiento en la nube, aunque resulta la opción más equilibrada y profesional.